Ir al contenido principal

PROFUNDIZACIÓN AGONISMO


El caduceo (o bastón de Hermes), la vara alrededor de la cual se enroscan dos serpientes con las cabezas enfrentadas, fue en el mundo griego (y después en la Edad Media, en particular en el ámbito de los alquimistas) el símbolo del equilibrio, de la energía y de la salud, procedentes de la composición en un conjunto unitario de dos fuerzas antagónicas (el Sol y la Luna, el blanco y el negro, etc.).


Según Empédocles, la vida del Universo sólo es posible gracias al contraste entre dos fuerzas cósmicas antagónicas: el amor (amistad), que tiende hacia la unión de la materia, y el odio, que tiende hacia la separación. Todo el mundo pasa cíclicamente a través de cuatro estadios: un estadio inicial, donde, como sólo está presente el amor, el hecho de que prevalezca esta fuerza unificadora conlleva que los elementos se concentren en una totalidad compacta, una especie de esfero (-->) en el que no es posible ninguna forma de vida. El predominio absoluto del odio también mata la vida, puesto que produce una separación total; la vida sólo es posible en las fases de transición, cuando el amor convive con el odio.


Áyax y Aquiles juegan a los dados. En el mundo griego, cualquier competición, ya fuese deportiva o de otro tipo, era siempre algo muy serio. En algunos casos, el perdedor era destruido físicamente: por ejemplo, el adivino Calcante, tras haber perdido frente a su rival Mopso en un reto que debía decidir quién de los dos practicaba mejor el arte adivinatorio, <quedó atrapado en un sueño de muerte>.


TOMADO DE ATLAS UNIVERSAL DE FILOSOFÍA - OCEANO